La primera regla para buscar, aceptar o permanecer en un trabajo es: no trabajar por menos de lo que uno necesita para cubrir sus gastos. Y esa regla es inviolable. Por ello lo voy a decir de manera radical: nunca trabajes por menos de lo que necesitas para vivir. Recuérdalo siempre: Nunca.
Esto quiere decir que si aceptas un trabajo es porque has calculado que el salario ofrecido va a cubrir, por lo menos, tus gastos del mes. Y te sugiero que la lista de tus gastos del mes incluyan un ahorro de por lo menos el 10% de tu salario.
Si una oferta de trabajo no cumple con esa condición no aceptes, porque te verás envuelto en una ilusión y a medida que pasen los meses en un problema: trabajar por menos de lo que uno necesita para vivir genera deudas y las deudas generan angustias y las angustias depresiones y la depresión... un desastre.
Trabajar por menos de lo que uno necesita para vivir nos lleva al desastre.
Esta regla sirve también para todos los que actualmente tienen un trabajo. Ojo, para todos: los dependientes y los independientes y, por supuesto, sirve también para los empresarios.
Si estás en un trabajo actualmente que te tiene cada fin de mes al debe, piensa seriamente en renunciar. Si la remuneración en un trabajo no te alcanza para cubrir tus gastos ¿qué estás haciendo en ese trabajo?
Esto quiere decir que si aceptas un trabajo es porque has calculado que el salario ofrecido va a cubrir, por lo menos, tus gastos del mes. Y te sugiero que la lista de tus gastos del mes incluyan un ahorro de por lo menos el 10% de tu salario.
Si una oferta de trabajo no cumple con esa condición no aceptes, porque te verás envuelto en una ilusión y a medida que pasen los meses en un problema: trabajar por menos de lo que uno necesita para vivir genera deudas y las deudas generan angustias y las angustias depresiones y la depresión... un desastre.
Trabajar por menos de lo que uno necesita para vivir nos lleva al desastre.
Esta regla sirve también para todos los que actualmente tienen un trabajo. Ojo, para todos: los dependientes y los independientes y, por supuesto, sirve también para los empresarios.
Si estás en un trabajo actualmente que te tiene cada fin de mes al debe, piensa seriamente en renunciar. Si la remuneración en un trabajo no te alcanza para cubrir tus gastos ¿qué estás haciendo en ese trabajo?
Si te has inventado tu chamba, pero esta no rinde para pagar tus cuentas... ¿cuánto tiempo más vas a seguir así? ¿hay futuro, van a cambiar las cosas, la inversión o el aguante va a rendir frutos?
Y si tienes una empresa que no cubre ni el alquiler del local o no deja casi nada para tu economía personal ¿no crees que es momento de decir a otra casa mariposa?
Ojo, ese dicho que dice chamba es chamba es falso, basura pura que invita a la confusión o que justifica el que no te pongas a pensar. No toda chamba es chamba para ti. Chamba no es chamba si no cubre tus gastos. Eso es lo inteligente. Y tu eres una persona inteligente que debe tomar decisiones en función a sus necesidades e intereses.
Explico más: el sentido primordial de la chamba, cualquiera que fuera y en cualquier época de la historia de la humanidad, ha sido y es garantizar que el ser humano tenga acceso a los recursos que le garanticen seguir vivo. En el mundo moderno eso significa que uno trabaja para obtener los ingresos necesarios para pagar lo que uno y su familia necesita consumir cada día. Entonces si tu chamba no cumple esa condición, no estás chambeando, sólo te estás engañando.
Hago una aclaración: es claro que hablo de las reglas para personas ordenadas y que buscan salir adelante, no estoy pensando en aquellos que gastas demasiado en rubros como recreación o que incurren en gastos sobredimensionados para su capacidad de gasto o que han entrado en el desquiciamiento de algún vicio.
Bueno, ¿qué opinas? ¿Quieres contarme tu caso y que te ayude a tomar una decisión?
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